27 de septiembre de 2014

Fiona Carnarvon: Lady Almina y la verdadera Downton Abbey


Lady Almina
y la verdadera Downton Abbey:
El legado perdido de Highclere Castle
Autor: Fiona Carnarvon
Serie: Mujeres de la verdadera Downton Abbey, #1
Título original: Lady Almina and the Real Downton Abbey: The Lost Legacy of Highclere Castle (The Women of the Real Downton Abbey #1)
Género: Biografía - Histórica
Año de publicación: 2011
Páginas: 320







Sinopsis
Lady Fiona Carnarvon se convirtió en señora de Highclere Castle –escenario de la exitosa serie Downton Abbey– hace ocho años. En este periodo ha llegado a sentir fascinación por la interesante historia de Highclere y por las extraordinarias personas que han residido allí a lo largo de los siglos.
Pero una persona en particular captó el interés de Fiona: lady Almina, la quinta condesa de Carnarvon.
Almina fue la hija ilegítima del magnate de la banca Alfred de Rothschild. Fue su única hija y objeto de devoción por su parte. A los diecinueve años, con una inmensa dote, se casó con el quinto conde de Carnarvon.
Al principio, la vida en Highclere transcurrió en una vertiginosa sucesión de suntuosos banquetes para quinientas personas e incluso algún que otro invitado real.
Almina supervisó a ochenta empleados, muchos de los cuales procedían de familias que llevaban generaciones trabajando en Highclere.
Pero el estallido de la Primera Guerra Mundial cambió para siempre la vida en Highclere, tanto arriba como abajo.

Los avatares de la historia hicieron que Almina y el personal de Highclere se vieran envueltos en uno de los periodos más turbulentos del pasado siglo. Almina tuvo que hacer acopio de todo su arrojo para garantizar la supervivencia de su familia, del personal y del castillo.
Esta es la extraordinaria historia de una época desaparecida. Sin embargo, Highclere permanece y en este libro lady Carnarvon narra la andadura de Almina y de su familia, el legado y la historia de una de las casas solariegas victorianas más exquisitas de Inglaterra.


Opinión

Si conocen la serie de televisión Downton Abbey entonces habrán visto la magnífica mansión que en realidad se llama Highclere Castle. Esta es la historia de sus habitantes, centrada principalmente en la vida de Almina, quinta condesa de Carnarvon.

La autora comienza diciendo que este libro no es una biografía exactamente, y después de haberlo leído me doy cuenta de que tiene razón. Sí, se narra la vida de Lady Almina Carnarvon con lujo de detalles, pero también se incluye una buena porción de la vida de muchas otras personas que tuvieron contacto con la Condesa tanto por amistad, simple conocimiento (y notoriedad social) o por haber trabajado en Highclere Castle. Además hay una muy completa información histórica para ponernos en contexto, además de algunos capítulos dedicados de forma muy detallada a la Primera Guerra Mundial.
Así que no, no es simplemente una biografía, es una historia llena de historias en la que se destaca esta notable –aunque un tanto frívola– mujer llamada Almina, que supo dejar a un lado la vida cómoda y privilegiada para dedicar su tiempo y recursos a servir, ayudar y preocuparse por el absoluto bienestar de muchísimas personas.

Almina, hija ilegítima de un próspero banquero, nunca fue reconocida oficialmente pero gozó desde el comienzo del cariño y sostén económico de su padre biológico. Siendo muy jovencita conquistó con su belleza y carisma al quinto conde de Carnarvon, quien luego sería mucho más famoso mundialmente por descubrir la tumba de Tutankamón.
Ya desde el comienzo el libro me conquistó. Al margen de que soy horriblemente parcial hacia cualquier cosa que involucre una linda descripción de ambientes y flores, comenzamos con la descripción con lujo de detalles de la boda de Almina. Sí debo admitir que me hice un considerable enriedo de nombres y títulos en este momento, pero con el correr de las páginas se vuelve todo mucho más claro. Si bien los Carnarvon vivieron rodeados de gente, no vamos a volver a encontrar una lista tan larga como en el día de la boda.

Realmente todas las historias que se narran son interesantes, además de que la autora tiene un estilo muy ameno y fácil de leer. Veremos con gran detalle (considerando que es una biografía sobre una sola persona) tanto a los personajes más importantes de la alta sociedad como a los sirvientes de la residencia. No deja de ser notorio, y creo que es parte de la intención de la autora, que durante la época de tranquilidad los sirvientes trabajaban como locos para que los lores pasaran sus momentos de ocio. Hay que ponerse un poco en la mentalidad y costumbre de la época, y recordar que para muchos era un gran honor trabajar para personajes tan distinguidos.
Sí se sabe de todos modos que los Carnarvon eran muy justos con sus empleados, hay muchas descripciones (narradas por quienes las recibían) de muestras de generosidad que sospecho que debían ser bastante insuales en otras casas. Dice la autora: «Highclere era un sistema simbiótico y la clave de su éxito era el respeto mutuo».

Hay, si, algunas especulaciones por parte de la autora sobre los sentimientos de las personas, ya que toda la información que recabó fue obtenida de cartas, relatos de quienes aún viven (o sus descendientes) y diversas anotaciones o artículos de la época. Esas especulaciones de todos modos son razonables y en ningún momento se siente que está inventando algo sólo para entretenernos.

Pero lo verdaderamente impactante llega cuando comienza la Primera Guerra Mundial.
Es muy triste y dura esta parte. Hay muchos detalles, estadísticas espantosas y lo peor, pérdidas de personas que llegamos a conocer y muchas veces querer las páginas del libro. Personas jóvenes, reales y valientes, que formaron lazos de amistad y lealtad ante el horror de la guerra. Bajo el fuego de metralla no existen los títulos y todos tienen el mismo color de sangre.

Almina, con el incondicional apoyo de su filántropo padre, convierte Highclere Castle en un hospital para los heridos. Con ésto Almina descubre su verdadera vocación, aquella que la apasionará durante toda su vida: la enfermería.
Almina logró crear un hopital dedicado en comienzo a la recuperación y luego al tratamiento de los heridos. Su objetivo era que los enfermos se sintieran como en casa, que tuvieran comodidades y si es posible, placeres como la belleza o el arte. Es encomiable y maravilloso el esfuero que realizó tanto ella como su muy seleccionado equipo, valiéndose de paciencia, recursos y sobre todo, humanidad.
Pasó años y años dedicándose a los demás, y ese esfuerzo fue agradecido en numerosas y emocionantes cartas de los combatientes, sus familiares e incluso aquellos a quienes salvaron la vida con medicina de vanguardia.

Algo que me dio mucha curiosidad, y es creo que una pequeña perlita para quienes miramos Downton Abbey, es que realmente existió un Mr. Bates. Si bien el verdadero no era un ayuda de cámara sino un clérigo, la descripción física e incluso de la personalidad tiene muchas coincidencias con el personaje de la serie. ¿Casualidad? Quiero pensar que no.

El final me dejó triste, ese es el tema con las biografías, todo lo que uno lee es real. De todos modos es un libro muy bueno, que toca temas tan amplios como la vida en sociedad, la guerra y las expediciones a Egipto y el valle de los Faraones.
Es impresionante la investigación que hizo Fiona Carnarvon y el modo en que se documentó.
Es marcadisimo el contraste entre las dos vidas: tanto de la Belle Époque como del contexto de guerra. Si les gusta la historia les va a interesar mucho, es muy interesante, tanto si conocen la serie como si no.

«No cabe duda de que Almina era frívola y dominante, pero también cambió muchas vidas con su imperioso deseo de hacer felices a los demás. Por ello, muchos la correspondieron con su cariño incondicional.»



Calificación: 4/5
Muy bueno

1 comentario:

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