27 de agosto de 2016

Ildefonso Falcones: La catedral del mar


La catedral del mar
Autor: Ildefonso Falcones
Género: Histórica
Año de publicación: 2006
Páginas: 672








Sinopsis
Siglo XIV. La ciudad de Barcelona se encuentra en su momento de mayor prosperidad; ha crecido hacia la Ribera, el humilde barrio de los pescadores, cuyos habitantes deciden construir, con el dinero de unos y el esfuerzo de otros, el mayor templo mariano jamás conocido: Santa María de la Mar.
Una construcción que es paralela a la azarosa historia de Arnau, un siervo de la tierra que huye de los abusos de su señor feudal y se refugia en Barcelona, donde se convierte en ciudadano y, con ello, en hombre libre.
El joven Arnau trabaja como palafrenero, estibador, soldado y cambista. Una vida extenuante, siempre al amparo de la catedral de la mar, que le iba a llevar de la miseria del fugitivo a la nobleza y la riqueza. Pero con esta posición privilegiada también le llega la envidia de sus pares, que urden una sórdida conjura que pone su vida en manos de la Inquisición...
La catedral del mar es una trama en la que se entrecruzan lealtad y venganza, traición y amor, guerra y peste, en un mundo marcado por la intolerancia religiosa, la ambición material y la segregación social. Todo ello convierte a esta obra no solo en una novela absorbente, sino también en la más fascinante y ambiciosa recreación de las luces y sombras de la época feudal.


Opinión

Empecé esta novela esperando algo similar a 'Los Pilares de la Tierra' de Ken Follet (uno de mis grandes favoritos) y mi decepción no pudo ser mayor.
Después de uno de los comienzos de libro más desafortunados que leí en mi vida –que realmente no me pudo predisponer peor para con el protagonista... y el autor– lo seguí leyendo sólo para ver si en algún punto me empezaba a resultar interesante, pero eso no ocurrió. Claramente Ildefonso Falcones y yo no estamos hechos el uno para el otro.
Me encantan las novelas históricas y me encanta la Historia, así que mi problema no fue que no estoy acostumbrada al género. Mi problema fue con la narración y con los personajes. Y, no lo voy a negar, con tal exceso de machismo que esta vez me hizo rechinar los dientes hasta a mí.

Estamos en el sigo XIV en España, plena época medieval, época de leyes extremadamente rígidas que no favorecían a nadie salvo a los nobles y a la iglesia, donde las mujeres eran vistas como posesiones/sirvientes y todo aquel que no abrazara la fe Católica se la iba a ver en figuritas.
Esta es la historia de Bernat, un hombre que huye con su hijo Arnau de sus tierras, dejando todo atrás para comenzar de nuevo en Barcelona. La narración recorrerá su vida y la de su hijo, quienes van a sufrir prácticamente todo lo que se podría sufrir en esa época y más, mientras cerca de ellos se construye la Basílica de Santa María del Mar, que no es una catedral.

Entiendo que el autor –cuyo estilo me resultó comercial y gracias– haya querido mostrar que era una epoca dura, pero para mi gusto realmente se le fue la mano. Sinceramente, por el empeño que le puso a las descripciones de (reiteradas) violaciones y torturas, me hizo pensar que casi lo disfrutaba.
He leido antes novelas donde había violaciones, y si bien son desagradables, siempre son cometidas por personajes que el autor espera que odies. Uno de mis grandes problemas con este libro es que deja claro que en esta historia –que intenta ser realista–, prácticamente cualquier hombre es un violador potencial que aprovechará la primer oportunidad que se le presenta para violentar a una mujer. Y pongo como ejemplo al primer protagonista, Bernat, que en el primer capítulo viola a su flamante (y recién violada por otro) esposa para evitar recibir latigazos.

Ya estaba odiando al protagonista sólo por eso, pero esto no termina ahi.
El señor feudal de la región (y primer violador, porque la ley le permitía "estrenar" esposas ajenas) se la lleva como ama de leche para su propio hijo, separándola de su bebé, y violándola –él y sus soldados, porque hay que saber compartir– cada vez que la pobre chica intenta acercarse a su hijito.
Bernat entonces irá a rescatar a su hijo, y se fugará a Barcelona sin dedicar ni medio pensamiento a su esposa, y mucho menos se le pasará por la cabeza el tratar de rescatarla. Si lo pensó, el autor se olvidó de contarlo.
A partir de ahí le empecé a desear una muerte horrible, y no ayudó para nada que más adelante se nos quisiera convencer de que Bernat era un muy buen hombre. Tarde, querido, hubieras empezado por no violar a una chica traumatizada.

Afortunadamente pronto nos empezamos a centrar en Arnau, el bebé, quien conforme pasan los años empieza a crecer y convertirse en uno de los Gary-Stu más santurrones que he encontrado. Para él, sufrimiento más, sufrimiento menos, la vida se le va acomodando convenientemente y las oportunidades le caerán del cielo porque la gente se las da abiertamente. ¿No nos pasa a todos acaso?
Arnau va a pasar por mas profesiones que Forest Gump, y a sufrir distintos tipos de sufrientes sufrimientos, sobre los que, si soy 100% honesta no me interesé ni un poco.
Y esto me lleva a los otros problemas que tuve con el libro.

Los personajes de La catedral del mar me resultaron más planos que una hoja de papel recién sacada de la resma. Son o buenos o malos, no hay grises. No hay desarrollo de ninguna personalidad, casi no se nos comparte lo que piensan, y nos tenemos que imaginar sus emociones de acuerdo a cómo reaccionaría una persona normal ante ciertas situaciones.
Los diálogos tampoco son gran cosa, y la verdad es que en una enorme parte del libro el argumento aparece intercalado entre páginas y páginas juntas de información histórica contada en forma de artículo de Wikipedia (de los aburridos), dejando completamente de lado a los personajes.

Cuando finalmente vuelve a la historia principal, muchísimas cosas importantes ocurren de forma totalmente abrupta. Y por abrupta me refiero a 'Fulano está vivo' 'Fulano murió al siguiente renglón'.
Eso sí, después le dedica muchísimos párrafos a describir cómo suben una piedra o cómo Arnau se recorre Barcelona llevando cosas pesadas en la espalda.
Por cierto, sobre la construcción de la iglesia hay errores de falta de investigación, o de excesiva creatividad del autor. Y lo curioso es que del principio al final del libro cambian de método y lo empiezan a hacer bien, pero jamás se menciona nada al respecto.
Otra cosa notable era lo rápido que todo el mundo se enteraba de lo que ocurría en otros países. O tenían internet o pasaba más tiempo del que se notaba entre párrafo y párrafo.

Pero hablemos de las mujeres. Normalmente intento no prestarle atención al posible machismo de las historias, pero acá es tan aleboso que me hizo enojar.
Mientras avanzan los capítulos unas cuantas mujeres van a ser violadas y/o torturadas (con lujo de detalles) porque parece que los hombres no pueden contenerse ante una chica linda, y lo que es peor, ellas se van a acostumbrar a ser violadas y lo van a tomar como algo casi natural.
Además de las extensas parrafadas sobre cómo la mujer es básicamente una basura que debe ser controlada, hay dos tipos de mujeres en este libro: las sumisas y las malas. De nuevo, no hay grises.
Se vive dejando claro –y al final del libro el autor aclaró que no comparte esas ideas, pero las repitió muchísimo– que la mujer ha nacido para servir al hombre (que no parece saber sacarse los zapatos solo) y que debe ser obediente y sumisa en todo momento.
Ninguna va a mostrar realmente una personalidad hasta casi el final del libro, y para el autor no compartir esas ideas, a las únicas a las que muestra como buenas son aquellas que se comportan como un perrito educado.

La verdad que este libro me aburrió soberanamente, y culpo al estilo con que está escrito.
No sentí interés ni cariño por nadie, y cuando parecía que se iba a poner un poco interesante reaparecían esas extensísimas parrafadas históricas –que en su mayoría no afectaron en gran cosa al argumento y me marearon con tanto nombre– que sólo sirvieron para cansarme con el modo monótono en que fueron escritas.
Llegué incluso al extremo de saltar párrafos, porque estaba tan desesperadamente aburrida que no veía la hora de terminar. Y, oh sorpresa, seguí entendiendo perfectamente lo que pasaba, porque el autor alarga tanto ciertas situaciones que si la novela (cuyo final fue bastante forzado y casi mágicamente acomodado) hubiera tenido la mitad de las páginas, no habría habido diferencia argumental.

Sé que mucha gente amó este libro, pero yo claramente no fui una de ellas y no se lo recomendaría a nadie, especialmente si leyeron (y disfrutaron) de 'Los Pilares de la Tierra'.



Calificación: 1/5
Horas que nunca volverán

4 comentarios:

  1. A mi me lo prestaron hace algunos años y la verdad es que al principio se me hizo un poco largo y tedioso, pero conforme iba avanzando descubrí que la historia valía mucho la pena y al final me gusto bastante, es una pena que a ti no te atrapará :P

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  2. Al empezar a leer la reseña me temía que te hubiera encantado este libro que tuve que dejar a medias de lo poco que me gustaba, pero veo que tampoco te gustó nada y eso me alegra! Odié el papel de la mujer y no entendí cómo pudo tener tanto éxito. Un besito

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    Respuestas
    1. Yo tampoco lo entiendo la verdad, pero sin embargo a mucha gente le encantó x_x no estamos solas! jaja

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