Salomé
Autor: Oscar WildeTítulo original: Salome
Género: Clásicos - Teatro
Año de publicación: 1891
Páginas: 102
Sinopsis
Escrita originalmente en francés en 1891 y censurada por adaptar libremente un texto bíblico, Oscar Wilde realizó para Salomé –drama sobre la fuerza destructora de la pasión y la venganza–, una tragedia decadente y transgresora que despertó admiración y escándalo, y que renovó las tendencias artísticas de su época. La presente edición con traducción de Rafael Cansinos Assens, reproduce las magistrales ilustraciones que realizara Aubrey Beardsley para la edición inglesa de 1894.
Opinión
«Estás maldita, Salomé. Estás maldita.»
Esta no es como las demás obras de teatro de Oscar Wilde. Por empezar, está basada en un personaje bíblico, Salomé, la princesa de Judea conocida por haber sido quien pidió la cabeza de Juan el Bautista en una bandeja.
La edición que leí tiene ilustraciones de Aubrey Beardsley, que para mi gusto acompañaron fabulosamente. A pesar de que fueron hechas en 1894, resultan vanguardistas y transgresoras aún ahora. Me encantó el estilo extraño y grotesco, por momentos extremadamente simple y por otros lleno de detalles. Estos dibujos oscuros quedan perfectamente bien con una historia que en sí es bastante dramática, si bien está llevada con relativa liviandad. Ésta no es una de las comedias de Wilde, pero no por eso es menos irónica o atrapante.
Comienza con un diálogo de soldados que hablan de varias cosas a la vez (religiones sobre todo), mientras uno de ellos, Narraboth, está embelezado con la princesa Salomé y los otros le aconsejan que pare de mirarla porque 'puede ocurrirle algo funesto'. Narraboth sin embargo los desoye, y sigue monologando alabanzas a Salomé de un modo muy poético y dulce.
Por otro lado tenemos al profeta Juan el Bautista, aquí llamado Jokanaan, que cayó en desgracia y se encuentra encerrado en una cisterna esperando su muerte o su liberación. El tetrarca Herodes, padre de Salomé, no permite que nadie hable con el cautivo, pero su hija se encapricha en querer hablarle.
Cuando finalmente se sale con la suya, se obsesiona con el profeta y ¿enamorándose de él? hace uso de todas sus artimañas para intentar besarlo.
Jokanaan no quiere ni acercarse a Salomé, a quien considera "hija del adulterio" por haber nacido en las segundas nupcias de una mujer divorciada. Ese rechazo será su perdición, ya que Salomé no toma bien que le digan que no.
Los diálogos son bastante inconexos, lo que llegado un punto resulta hasta gracioso.
Hay varias conversaciones a la vez, y a veces en vez de responderle a quien habló –por importante que sea lo que dijo–, todos se ponen a tratar otros temas.
Ésta es básicamente una obra de teatro de individuos parados juntos, cada uno en su mundo, armando una historia sin realmente interactuar demasiado entre sí. Es un caos organizado que funciona perfectamente, y que además es fiel al estilo con que hablaban en los libros antiguos. Por momentos incluso me recordó un poco a Las mil y una noches.
Además no deja de ser irónico cuando Salomé dice: «desfloraste mi alma virgen y en las venas de mi cuerpo casto infiltraste el fuego de la lascivia». Un hombre santo le impulsa el despertar de la la lujuria a quien parece haber llevado una vida casta hasta ese momento. Ante su rechazo, Salomé pide la cabeza de Jokanaan en una bandeja de plata, momento que me pareció especialmente bien logrado.
Es muy interesante lo que hizo Oscar Wilde en esta obra, demostrando su retorcida genialidad una vez más. Lo recomiendo para los fans del autor, aunque sólo sea para conocer algo distinto hecho por él. Es breve y se lee rapidísimo.
Calificación: 4/5
Muy bueno
Mi padre tiene la preciosa edición con ilustraciones de Beardsley que has puesto en la foto y siempre me ha llamado la atención este libro, me alegro de que te haya gustado porque ahora seguro que lo cojo antes! Un besito
ResponderBorrarAhhh qué suerte que lo tengas en físico *___* yo lo leí digital, espero que lo disfrutes :) besito
BorrarMe encantó el estilo de dibujo, pero leer teatro siempre me resultó un tanto aburrido.
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