Anne Rice: El Príncipe Lestat

El príncipe Lestat

Autor: Anne Rice
Saga: Crónicas Vampíricas, #11
Título original: Prince Lestat
Género: Sobrenatural (Vampiros) - Horror
Año de publicación: 2014
Páginas: 560

(No hay spoilers de libros anteriores)

Sinopsis

El Príncipe Lestat arranca allí donde concluía Lestat el Vampiro hace más de un cuarto de siglo, para ofrecernos un nuevo mundo de espíritus y fuerzas oscuras a partir de los personajes, leyendas y tradiciones de las Crónicas Vampíricas.

El mundo de las criaturas de la noche está sumido en una crisis: los vampiros han proliferado sin control y ahora han empezado a producirse pavorosos incendios en todo el mundo. Algunos vampiros ancianos, despertados de su sueño bajo tierra, obedecen las órdenes de una Voz que los incita a quemar indiscriminadamente a los jóvenes no muertos, rebeldes que rondan por ciudades como París, Bombay, Hong Kong, Kyoto y San Francisco.

La novela se mueve desde el Nueva York y la Costa Oeste actuales hasta el antiguo Egipto, pasando por la Cartago del siglo IV, la Roma del siglo XV y la Venecia del Renacimiento. En ella, nos reencontramos con personajes inolvidables como Louis de Pointe du Lac; el eternamente joven Armand, cuyo rostro recuerda el de un ángel de Botticelli; Mekare y Maharet, Pandora y Flavius; David Talbot, vampiro y guardián del secreto de la Talamasca, y Marius, el auténtico Hijo de los Milenios, así como otras nuevas y seductoras criaturas, reunidas en esta descomunal, exuberante y ambiciosa novela, para averiguar quién o qué es la Voz, y descubrir qué pretende y por qué…

Opinión

«El infierno no tendrá dominio sobre nosotros.»

Yo no se si a mi me dio amnesia, pero para mí Anne Rice en este libro está narrando diferente.
La verdad es que después de Cánticos de Sangre (el extraño libro 10) tenía un poco de miedo de volver a esta saga. Las críticas –con las que coincido– no fueron buenas, así que después de ofenderse con sus lectores, parece que Anne Rice decidió que tenían razón y que hay que obviar esas historias. Así El Príncipe Lestat hace de cuenta que los libros 9 y 10 jamás ocurrieron e ignora olímpicamente cualquier referencia a ellos. ¿Rowan quién?

Hace treinta años Anne Rice escribió el hermoso y precursor libro que abriría una nueva perspectiva en las historias de vampiros: Entrevista con el vampiro. Hoy, once novelas más tarde, ya no se si está escribiendo porque le gusta, o si escribe porque se está quedando sin plata y necesita vender. Sospecho de ésto último, porque hay una alebosa y descarada autopromoción de las Crónicas Vampíricas intercalada en los diálogos y la narración.

Aún ahora que lo terminé, sigo sin estar completamente segura de en qué año está situada la historia cuando comienza. 
Según parece, desde el libro 5 –Memnoch el diablo– Lestat está oyendo una Voz adentro de su cabeza y recién ahora le parece pertinente mencionárnoslo. ¿Idea forzada? Les parecerá a ustedes.
Pero lo importante es que ahora todos los vampiros comienzan a oír a esa Voz misteriosa, y les está ordenando asesinar a otros vampiros de forma masiva.
Eso es básicamente el argumento del libro. Durante la mayoría de la historia van a hablar casi exclusivamente de eso, y enfatizo hablar.

Las primeras 100 páginas (aproximadamente) son una enorme rememoración en la que Lestat no para de quejarse y lamentarse, y los vampiros se ponen nostálgicos hablando del pasado que ya conocemos.
Sí hay mechadas algunas cosas nuevas, como la incorporación de la Ciencia, que le dan un giro diferente a la historia. Anne Rice se ha peleado con la religión así que sus vampiros también. Ésto dará lugar a un curioso experimento que tendrá un resultado que se cae de maduro, pero que de todos modos es interesante y tiene potencial.
Hay algunas idas y venidas temporales –con lapsos de hasta veinte años– que resultan poco claras, principalmente porque después de varios capítulos de narración, Lestat se acuerda de mencionar que todo lo que contó era un flashback, y eso francamente confunde sobre qué ocurrió cuándo.

Luego durante muchos capítulos vamos a ver lo mismo desde el punto de vista de diferentes vampiros: hay una Voz que los incita a quemar a otros no-muertos. Estará intercalado con algunas breves historias personales, y con las extrañas reapariciones de personajes que se suponía que estaban muertos. Ahora que está de moda matar protagonistas, Anne Rice revive gente. O no-muertos... que ahora vendrían a ser ¿no-no-muertos?.
En fin, muy pocos de esos capítulos son realmente interesantes. Pecan de monótonos, además de que muchas veces se nos reitera información una y otra vez y otra vez, sólo porque el protagonista de turno no está enterado. Es curioso también que de repente todos los vampiros son buenos, nobles y llenos de buenas intenciones. No hay un verdadero villano en este libro, salvo la Voz.

En esta parte mis capítulos preferidos fueron, por lejos, el dedicado a la vida de Rose, un par de Marius –que no se si lo recuerdo mal, pero está hecho un viejo quejoso– y dos o tres más que no fueron demasiado extensos. Pero después sentía que estaba ante otro caso de burocracia literaria, leyendo a los vampiros hablar una y otra vez lo mismo (hay una Voz que los hace quemar vampiros bla bla bla), dando vueltas y vueltas sin llegar a nada. Y amando a Lestat. TODOS aman a Lestat, el más bello, el más querido, el que tiene los colmillos más grandes, blancos y puntudos.
Lestat solía ser genial y ahora es un Gary Stu. Gracias, Rice.

Diría que la historia arranca oficialmente hacia el 80% del libro.
Alentador, lo se.

En esta última parte Anne Rice y Lestat vuelven a ser los de antes. La cosa se pone muy buena y pasé de leer a ritmo de tortuga, a devorarme lo que quedaba.
Todo se resuelve de forma bastante rápida y predecible, pero de todos modos es un buen final... para una autora que suele terminar los libros de forma bastante tosca.
Así que sí, quiero leer el siguiente. No se si es inercia, masoquismo o estupidez, pero cuando salga el 12 lo voy a leer. Si sigue en la línea de la última parte de éste, debería estar muy interesante.
Sólo espero que Louise tenga más protagonismo, porque la verdad es una vez más apareció tan poco que lo extrañé.

Entre el «Don Oscuro», el «Don de la Nube», el «Don del Fuego», El «Don de la Mente», estaba temiendo que Anne Rice hubiera perdido el Don de Escribir sobre Vampiros, pero parece que aún hay esperanza.
Quiero ver qué hizo con los hombres-lobo cuando lea El Don del Lobo.
... creo que estoy notando un patrón.

Calificación: 2.75/5

Tiene momentos buenos